Frutos secos

Los frutos secos son ricos en potasio, fósforo y magnesio, lo que los convierte en alimentos muy nutritivos. Entre los principales cultivos se encuentran la almendra, el pistacho, la castaña de cajú, la avellana, la pecán y la nuez.

En cada especie puede presentar una gran variación en su rendimiento. Esto se debe a las distintas prácticas de cultivo, en particular, la fertilización. El denominador común entre los distintos cultivos de frutos secos es la necesidad de lograr una fertilización equilibrada. A pesar de sus diferencias, todos estos cultivos de frutos secos tienen una alta necesidad de potasio en relación con el nitrógeno y el fósforo. Para garantizar que la raíz crezca de forma saludable y la planta se desarrolle correctamente es necesario un programa de fertilización equilibrado.

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